Cogí una cuartilla, mi estilográfica y me senté a escribir las que serían mis últimas palabras hacia ti. Busqué un sobre, pegué un sello, salí a la calle, lo metí en el buzón y me dispuse a esperar que llegara tu respuesta en unos días.
En cuando llegué a casa tenía un mail por abrir. Era tuyo y decías que me dejabas.
Aunque sea a última hora, se pusieron de acuerdo...
ResponEliminaSí, pero un@ lo hizo más rápido que el otr@.
ResponEliminaCreo que tú tardarías menos que yo, con tu máquina de escribir ;-)
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De hecho esto es un ejercicio de Búho, de Vamos a escribir micros, tema "Internet".
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